Le toca ahora al turno a esta cara deportiva que tantos éxitos da a nuestro país y que está, quizás, un poco descuidada. Nos referimos a los deportistas paralímpicos, y uno de los más grandes en esta faceta es el que nos ocupa ahora.
Se trata de Miguel Angel Clemente Solano, ciclista paralímpico murciano con un historial impresionante y todo un ejemplo de superación y esfuerzo.
Miguel Angel con su dedo pulgar en alto, nuestro símbolo. |
Miguel Angel nació un 19 de diciembre de 1969, actualmente vive en Corvera y es deportista paralímpico y profesionalmente técnico en administración de empresas y técnico montador.
Breve Historial
Campeón de España de persecución en pista (1999), campeón de Europa de fondo en carretera y subcampeón en persecución (ocurrió el 11 de septiembre de 2001, su logro quedó eclipsado por el atentado contras Torres Gemelas), ganador del Tour de Bélgica (2001), dos medallas de bronce en los campeonatos del Mundo (2003), 4º puesto en las Olimpiadas de Atenas (2004), Campeón de España (2006), Plata y bronce en el campeonato de España en pista (2007), Campeón de España en persecución (2009), 4º puesto en el Mundial de Manchester (2009), subcampeón del mundo en las pruebas del Kilómetro y la contrarreloj (2010), y ya en 2011, subcampeón del Mundo en la modalidad de persecución, en Italia, donde también batió el record de España.
Y , por supuesto, su mayor logro deportivo hasta el momento, medalla de bronce en la modalidad de persecución en los Juegos Paralímpicos de Londres.
En el siguiente vídeo podréis verle en tan emocionante momento:
Aunque cueste creerlo los primeros pasos de este excelente deportista, no fueron en el ciclismo.
Miguel Ángel jugaba al fútbol. Pero, claro, si miraba la pelota no veía al contrario que se la disputaba y si miraba al rival no veía la pelota. Así que se puso de portero. Aguantó una temporada, pero pronto se convenció de que tampoco veía para eso.
Cambió al baloncesto. A los 18 años tuvo que dejarlo. Por la misma causa: falta de visión periférica.
Intuyó entonces posibilidades en el ciclismo en tándem. Formando parte del equipo de la ONCE, se dedicó a su práctica con su amigo José Manuel Pintado, del que hace especial mención de aprecio y gratitud. Concurrieron a una carrera en la que quedaron duodécimos. «Primera y última», pensó, «no estoy preparado para este nivel». Pero no lo debió hacer tan mal, porque Faustino Rupérez, seleccionador nacional, le convocó para otra prueba. Y como para correr en tándem necesita de otra persona, a Miguel Ángel se le planteó un problema que, sucesivamente, ha ido solucionando con Juan Vera Fuentes, del Club Ciclista de Cartagena, el propio Pintado, el madrileño Valentín González, el granadino Ignacio Soler, José Ramón Ramírez Gilabert 'Jaba' y finalmente Diego Javier Muñoz.
Su vida deportiva no ha sido fácil, pues también ha conocido la cara amarga de las lesiones. La primera, un desgarro isquiotibial que le impidió participar en la Olimpiada de Pekín. Operado con éxito por el doctor Guillén, el primer día de entrenamiento fue atropellado por un coche: nervio ciático seccionado, fractura de vértebra y de peroné. El mundo se le vino encima. Pero -voluntad de acero- pronto se dijo que «una chica despistada no me va a fastidiar la vida», así que, una nueva meta, las 5 horas de entrenamiento diarias las dedicó a rehabilitación intensiva y consiguió volver a montarse en la bici para competir.
Una parte de culpa de esta superación la tienen su entrenador (Alfonso Martínez, en el centro) y su piloto (Diego Javier Muñoz,a la derecha). Aquí les puedes poner cara a este trío de ases.
Desde Orihuela, agradecemos a Miguel Angel su colaboración y esperamos que sus éxitos continúen en el futuro.
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